martes, 3 de mayo de 2011

La Historia que nunca fue

Estaba decidido. Hacía mucho frio en esa noche.

La mire a los ojos lentamente, intentando parecer fuerte, que tenía bien en claro lo que estaba a punto de hacer.

No había planeado que decirle, ni menos como…

Intentaba no mirarla a los ojos, no me atrevía.

Simplemente le dije la verdad, no le podía mentir.

Lentamente le fui contando que a la vez que me veía con ella, también me veía con otra. Que ahora se enteraba porque a mí me dolía estar con ella y a la vez con otras, que sentía que la usaba. Por más que la quería más que a las demás, no podía seguir con eso.

Me dijo que sabia quien era, intente hacerle entender que no importaba quien. No desistió y volvió a insistir “¿es ella?” Mas remedio que la verdad no quedaba, ya estaba entrando al boliche, tenía que bailar.

Le dije que sí. Respondió con un suave “lo supe desde que vi tu mirada sobre sus ojos, solo necesitaba que me lo confirmes”

Intente salvar lo que quedaba de mi rostro y mi caballerosidad.

La abrase y la bese en la mejilla.

Cerrando la historia, que quizás, nunca fue…

No hay comentarios:

Publicar un comentario