Querido blog: Te advierto que no tengo que estar hablando esto con vos, ni muchos menos publicando, porque sé que muchos le van a leer, pero solo una persona se sentirá identificada, pero es mi forma de descargar. De encontrarle el porqué a mi mente y la respuesta. Lo siento.
http://www.youtube.com/watch?v=so6ExplQlaY Para darle un pequeño toque de alegria a la nota, hace clik en el link y escucha el tema.
...
Me siento triste y sé que llorar no es la solución, porque no voy a resolver nada. La Respuesta está en actuar, pero, la pregunta es ¿Cómo?
No le hago bien, cada palabra, cada acto, cada malentendió, es el punto de partida para discutir. Discutir ¿Qué? Cualquier cosa, y eso a mí tampoco me hace bien, me entristece, me pone mal, saber que mi error la afecta, que mi error no suma, sino lo contrario, resta.
No sé qué hacer. Realmente mi mente está saturada, superada en toda su inmensidad. Adentrarme en ese mundo es algo complicado y extremadamente difícil de sobrellevar con calma. Me gustan las complicaciones, me desvivo por ellas, pero esta me está ganando.
Dicen que las ideas y el ingenio son infinitos, pero, para mí, en esta noche son escasos. No tengo o mejor dicho no logro encontrar los recursos necesarios, para lograr entender lo que me pasa a mí, ni muchos menos, porque estoy tan triste.
Hoy a la noche, le quise aconsejar, darle una pequeña ayudita, con algo que creo que medianamente sé o por lo menos hago bien. No pude terminar de decir la cuarta palabra que fui interrumpido, con palabras que decían que era como la decimosegunda vez que se lo nombraba, y su tono de vos se tornaba cada vez más fuerte y directo. Dándome a entender que me callara de una vez, que total ya sabía lo que tenía que hacer. Le pedí por favor que me deje terminar de hablar. Terminando de esa forma el tema. Me despidió con un beso de labios apretados, en los que pude sentir cada contracción de ambos labios, dio media vuelta y entro en su casa. Me fui triste, dolido. Yo solamente la quise ayudar.
Días atrás me paso un par de veces, y creo que a partir del domingo, explote, y comencé a sentirme susceptible por todo.
Intentar hacerla feliz, mostrarle que yo tenía un grano de felicidad para ella, me está consumiendo totalmente.