Medio año para recordar

Nuestra historia, comenzó como un pequeño juego, y es que es así, vos misma me confesaste que yo tenía algo que te cautivaba que te llamaba a estar con migo, por eso decidiste entrar en mi vida solo para joder, y me arriesgo a decir, para probarme nomas por más largo o corto que sea el tiempo que tenias planeado estar con migo.

Lamentablemente debo decirte que mi mente no tenía los mismos planes para vos. Me encontraba decidido a jugar todo lo que quedaba de mis ideas para poder lograr algo con vos conquistarte, es mas hasta enamorarte y formar algo juntos.

Me costó mucho trabajo y dedicación, los primeros tres meses fueron durísimos, y lo peor de todo, que no tenia contención de alguien a quien recurrir para que me ayude o desahogar lo que me estaba pasando.

Solo, aposte todas las fichas, sabiendo que me metía en un terreno al que no estaba acostumbrado, entra en la categoría de los mejores, que posiblemente son unas caras bonitas nada mas, aunque yo sabía que muchos de ellos eran muy importantes para vos y es mas hasta amores platónicos e impensables que siempre añoraste, no me rendía fácil, pero igual eran difíciles de enfrentar, ellos, contaban con más recursos que yo, pero solo uno era más fuerte que todo lo poco que yo tenía a disposición, ellos, contaban con que podían hacer los que se le dé la gana, podían mostrarse en público y hacer muchas cosas que yo no, para demostrarte amor, o algo por el estilo.

Pero yo contaba con una ventaja un poco más fuerte o de igual magnitud, que eran diez meses de amistad. Los cuales me dieron a conocer tus gustos y preferencias, o por lo menos gran parte de ellos.

Tras una dura pelea que duro unos 4 meses tanto mental, física y emocional, decidí plantarme y proponerte un juego con solo un par de reglas, respetarnos y solamente una relación de dos y no de otros en discordia, para mi sorpresa, la aceptaste y es mas hasta me tiraste la indirecta de ser novios, pero no eran mis planes en ese momento de mi vida.

En ese tiempo y hasta hoy, me fui dando cuenta lo importante que eras para mi vida, que en cada discusión o desencuentro sufría, me fui dando cuenta de mis celos los cuales no eran comunes en mis aventuras.

Entonces, fue cuando sentí algo extraño, algo que hace mucho no sentía, recordé. Poco a poco me fue invadiendo un sentimiento que se había escondido tanto tiempo tras ese parche negro. Ya la palabra “Te quiero” no me alcanzaba y no sabía porque, es más, si sabía, pero tenía miedo de admitirlo, de contarlo, de mostrarme al mundo como verdaderamente soy.

Estaba volviendo a ver las pequeñas cosas que nos brinda la vida, al compartir tiempo en pareja.

Me estaba enamorando y tenía miedo de contarlo, tenía mucho miedo de fracasar, miedo de terminarte de asustar y que te alejaras de mi. Intente ser cada vez mas disimulado, pero se me hacía imposible.

Ya estaba en las últimas, no aguante más. Una noche te mire a los ojos, y te dije, Ailen, yo te amo, recuerdo que estábamos peleados, me tome un segundos y te dije, si querías ser mi novia y te largaste a llorar. Esa noche no termino bien, pero mi al

ma ya estaba liberada. [Aclaro que esto sucedió mucho antes de los 4 meses, fue más o menos fue comenzando la segunda quincena de febrero.]

Un tarde me preguntaste, porque no éramos novios, intente explicarte, pero no te convenció lo suficiente. De nuevo terminamos mal, pero nada me quitaba esperanzas ya eran cinco meses compartidos entonces espere un par de días y una madrugada del 28/5/11, me dispuse a terminar mi última ficha y te propuse que seas mi novia, el cual aceptaste sin pedirme tiempo ni nada, fue una entrega total de tu amor hacia el mío y viceversa.

Aunque a pesar de todo lo vivido, nuestras mentes y corazones dicen que somos novios desde que cometimos, la peor locura de nuestras vidas y comenzamos a vivir la gran aventura que es este amor, esa tarde en el sillón de un quinta, la cual fue testigo de la pasión en ese corto beso, que nos marco para toda la vida. Y es hoy que cumplimos medio año juntos como novios.

Serás mi mejor cuento, mi historia más contada, esa que nunca me cansaré de contar a todo aquel que esté dispuesto a escucharla, y aprende a amar como yo lo aprendí, con vos.