martes, 21 de junio de 2011

Pirata y embustero

El viento a siete nudos de través mueve la vela mayor de mi velero, un pequeñito galeón de asalto español. En el cual pirateando por el mar en este barco lo olvido todo: mi nombre, mi lugar de nacimiento, su olor y mi razón.
Sé que no soy buena persona, soy pirata y embustero. Me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero

Cuando ella me dejo, ser pirata fue lo único que me quedo, que encontré en aquel puerto, lleno de mas vagos igual que yo.

Me abandono dejando un parche negro en mi corazón. Pero no conto con mi astucia. Yo lo olvido todo, el negro de su pelo, el verde de sus ojos y hasta el inigualable tesoro que era tenerla cerca de mí

Solo quedaba salir a robar otros corazones inocentes, que luego quedarían a la desdicha de algún otro pirata como yo y emborracharme en cuanto puerto allá de encallar mi pequeño velero Galeón.

No tengo nada más que perder, sólo el orgullo, que yo ya lo perdí y fue por esa mujer.

Navegando por los siete mares.

Al abordaje, ¡mis valientes! Espada en mano, daga entre los dientes. Somos piratas en el mar de los corazones en busca siempre del mejor botín, para hacerlo nuestro y luego abandonarlo por ahí.

Adelante, mis valientes, letales y terribles como serpientes, icen velas, eleven anclas, estén preparados para el abordaje, jamás sabremos los que nos deparara esta inmensidad que es el océano. Al abordaje mis valientes marineros...

Pensar que solo queda el vago recuerdo de este viejo pirata y embustero que supo, solamente, levantar un par de gatas nada más…

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